Os comparto la primera parte de una entrevista muy espacial. Ya os hablé de Esperanza Chacón aquí, cuando os contaba el impacto que causó en mí la visita a Casa Sulá, en Costa Rica. Esperanza formó parte de la Fundación Educativa Pestalozzi, participando activamente en equipos pedagógicos y administrativos durante 25 años. Este recorrido la ha llevado a investigar y profundizar sobre nuevos enfoques educativos y la naturaleza del ser humano, de manera autodidacta. Ahora nos presenta el primer libro de una trilogía que cuenta una experiencia de vida sobre la educación alternativa, titulado «En el brillo de sus ojos». Os dejo con ella:

Venimos de una tradición educativa en la que sólo se ponía énfasis en los aspectos cognitivos, por lo que, cuando hablamos de atender a la infancia de manera holística, desde la integralidad, parece que esto supusiera un esfuerzo titánico sólo al alcance de ciertas personas.
¿Cómo ha sido tu experiencia atendiendo de manera integradora a los procesos de vida?

La vida requiere que tengamos como bien dices, una mirada integradora de sus procesos. En mi trayectoria y praxis, lo imprescindible ha sido crear entornos apropiados para que cada ser humano pueda realizar su maravillosa creación -LA AUTOPOIESIS-. Los espacios preparados son el medio -es el habitat- en donde cada niño, niña, joven y adulto activan su plan interno-, este programa es individual, es único en cada uno de los seres humanos, contiene la información para los diferentes niveles del desarrollo y corresponden a los diferentes aspectos: neurológico, psicológico y biológico.

La integralidad se manifiesta en la comprensión de que los procesos de conocimiento y realización personal tienen un ritmo propio y orden interno en todos sus niveles y están interconectados entre los diferentes estados del desarrollo: congnitivo, -sensorio motriz- operativo-lógico formal-, emocional, y social.

Cada nueva etapa en el desenvolvimiento representa un nacimiento nuevo en la vida de las personas. Consideramos que los estados de desarrollo están latentes en todo momento, se activan de forma adecuada y espontánea en entornos que brindan confianza y aseguran la integridad de todos. La familia -hábitat del niño o niña– es el entorno principal, la oportunidad para interactuar y tener experiencias es frecuente,
aunque no estemos conscientes de que los estados de desarrollo se manifiesten o, porque subestimamos el potencial que tiene el espacio familiar, estamos programados para sentir que la vida está en otra parte. Sin embargo, en base a las experiencias propias y referentes concretos que les proporcionamos los adultos que los acompañamos en la convivencia, es que juntos vivimos una transformación. Además de ser el lugar al que pertenecemos, en el que pasamos la mayor parte del tiempo.

Al mismo tiempo es muy común que consideremos que la educación especialmente se adquiere en las instituciones educativas, atribuyéndoles el poder de la SABIDURIA, el lugar que nos otorga CONOCIMIENTO, es oportuno que reformulemos estas aseveraciones. Hoy en día es grato constatar que más y más familias asumen la responsabilidad de la crianza y educación de sus hijos. Existe un florecimiento de iniciativas que se alinean con el movimiento mundial de la educación libre.

En tu libro te refieres a tu camino recorrido como “una experiencia de vida semejante al paraíso, una utopía convertida en realidad” y es que, así mismo viví yo la visita que os hice en Casa Sulá en Costa Rica. Sólo lo había sentido con anterioridad en el León Dormido en Ecuador. Aunque las experiencias sean bien distintas las sensaciones, lo intangible, la magia está ahí. Y es que, en solo unas horas el entorno costarricense, el ambiente preparado y, sobretodo, la calidad humana, nos hicieron plantearnos toda nuestra vida. En una primera sacudida, deseábamos mudarnos allá. Una vez respirada la experiencia, nos hizo plantearnos lo que queremos realmente en la vida. Así de intensa fue la vivencia .
¿Qué ha supuesto para ti crear y vivir estas experiencias?

Identificar qué calidad de vida quieres para tí y tu familia, es básico, ahí empieza la búsqueda y el desafío. “En el brillo de sus ojos” describo lo que significó como mamá de una niña encontrar una alternativa educativa. Se presentó ante mis ojos ¡La oportunidad!, que en hora buena, no la desaproveche. Ventajosamente llegué a un grupo humano al que me integré, dicho sea de paso fue una comunidad educativa increíble, aprendimos todos y nuestros hijos crecieron sanos y felices.

Cuando hablamos de entornos sociales que se aproximan a ser paraísos es preciso tomar en cuenta la complejidad de las relaciones sociales en la convivencia. Una comunidad que vela por la sobre vivencia de sus integrantes, es ideal, pero lo es más cuando incorpora las necesidades de realización personal que están latentes, entonces, la labor es titánica – crear entornos favorables para todas las edades-, no únicamente para las etapas infantiles y adolescencia, sino para los adultos también.

Crear espacios para vivir de manera integral cada etapa de nuestras vidas, en armonía con nuestros seres queridos y la naturaleza, considero que es buscar el paraíso.
Lo anterior implica tener conocimiento sobre ¿cuál es la naturaleza del ser humano?, ¿cuáles son sus etapas de desarrollo y sus necesidades de sobre vivencia y de autorealización personal? Estas son las guías que nos ayudan a crear las condiciones propicias para que nuestros hijos e hijas y nosotros estemos conectados con nuestras necesidades, aspiraciones y metas, siempre que escuchando nuestra voz interior que surge de nuestro corazón podamos conservar la esencia humana.

Por lo tanto, los espacios, tanto para niños, niñas, jóvenes y adultos son orgánicos, vivos y cambiantes se van nutriendo y adecuando gradualmente conforme van surgiendo las necesidades de cada etapa de crecimiento. Por ejemplo: Las necesidades de un niño de 01 año y de uno de 06 años son distintas, el medio y los recursos dependen de las características de cada fase.

¿Qué es necesario para que se dé un entorno de estas características? ¿Por qué no funcionan las medias tintas? Recuerdo una conversación que tuvimos en Casa Sulá sobre tantas y tantas escuelas que dicen aplicar la pedagogía activa. Sin atacar a nadie sí que me gustaría que plasmáramos aquí la reflexión, para mí más que necesaria.

«En el brillo de sus ojos» destaco la necesidad de ubicarnos en el paradigma que elegimos para vivir, porque los parámetros correspondientes son los que definen la calidad de vida que tenemos o aspiramos. Es indudable que esta es la primera responsabilidad con la que nos encontramos y a lo largo de nuestros caminos adquiere relevancia. Si elegimos un PARADIGMA EN FAVOR DE LA VIDA, estamos eligiendo UN PARADIGMA INTEGRAL-HOLISTICO, si queremos mantener, lo convencional estamos en el PARADIGMA VIGENTE EL PATRIARCAL -MECANICISTA-.

Por esta razón no funcionan las medias tintas, o estás en el uno o estás en el otro. Un ejemplo que escribo en el libro, es cuando en la película «Matrix» el protagonista tiene que elegir entre la píldora roja o azul, sabiendo que su vida cambiaría con cualquiera que elija. Para tener una mayor comprensión me gusta contrarrestar entre parámetros de los paradigmas educativos, por ejemplo: entre PROCESO -Paradigma Integral- Holístico -Respeto a procesos devida— y, RESULTADO -Paradigma convencional-mecanicista-. Mientras en el primero se aprecia la vida como proceso, en el segundo se la define como resultado.

También si nos decidimos por el paradigma de RESPETO A PROCESOS DE VIDA, es obvio que el planteamiento no debería ser: voy respetarlos a veces, o más o menos. El respeto y el amor requieren que estén disponibles siempre, así como el agua, el sol y el aire, sin estos no hay vida y todos son sin condiciones.

(Puedes seguir leyendo esta entrevista aquí)